El año es 1990. Y la salsa como la conocíamos, luego de un necesario respiro económico que la vitaliza en 1986 con el éxito de figuras como Frankie Ruiz, Eddie Santiago y Lalo Rodríguez cuando explotan el erotismo en las líricas, viene de nuevo de capa caída, precisamente por el estancamiento veloz al que la conduce irónicamente esta misma variante erótica. Ahora si no hablabas en tus canciones de cosas como sábanas mojadas, "no te quites la ropa que quiero hacerlo yo," "sedúceme," " hagámoslo de nuevo" o las mil y una variantes posibles para recordar ese bendito día en que la hiciste perder la virginidad, la radio sencillamente cogía tu "demo tape" y te lo echaba al zafacón.
Atrás quedaban de repente los tiempos en que te podías disfrutar sin complejos un buen solo de timbal de Endel Dueño (el correcaminos salsero), un trombón furioso a lo Barry Rogers, Reynaldo Jorge o Willie Colón, una trompeta jugando en la estratosfera como la del panameño Víctor Paz (o la voz del mismísimo Lalo Rodríguez elevándose a igual altura en temas como "Mi Ritmo Llegó," "Un Día Bonito" o "Semilla de Cultura"), o alardes como los cortes al unísono de Barretto con Orestes Vilató o el solo con dos bongoes de Roberto Roena en "Traición." Ahora todo giraba en función de la cama, "perderme en tu cuerpo" y "a él le falta lo que yo tengo de más..."
Lo irónico de todo este episodio es que el giro hacia la salsa romántica lo que buscaba era conectar con la audiencia femenina, a quien por lo general no le importaba mucho la música después que se dejara bailar, pero no le hacía gracia el que se denigrara a la mujer en algunas de sus letras.
Hay un gran trecho entre la salsa erótica y letras que se trabajaban en los 70's, donde se iba desde pontificar el viejo adagio machista de "el hombre en la calle y la mujer en la casa" como en los casos de "Tu No Haces Nada" de Bobby Valentin y Marvin Santiago (del clásico en vivo "Bobby Va a la Cárcel, Vol. 2" de 1975) y "Las Mujeres Son" de Ismael Miranda con Larry Harlow (del disco "Oportunidad" del '71), hasta, y esto lamentablemente es un hecho, temas donde en algunos versos se justifica el abuso físico, como en "Si Te Cojo" de Ismael Rivera ("De Todas Maneras Rosas," 1977) y "Bandolera" de Hector Lavoe ("Comedia," 1978). Pero seamos honestos: pasar de ser esclava de los quehaceres del hogar a ser un mero objeto o juguete sexual no es necesariamente un paso de avance... Las letras en la salsa evolucionaron de la postura machista de los 60's y 70's, pero muchas féminas que en un momento abrazaban plenamente la salsa en su nueva modalidad vuelven a despedirse cuando descubren que mucho de lo romántico comienza a desembocar en lo abiertamente sexista.
Y mientras ahora en la salsa prácticamente todo el mundo ya se estaba revolcando en la cama, tiznando las sábanas que alguna vez fueron blancas y reventando los box springs y mattresses, un "jabao" puertorriqueño llega tarde a la orgía y se planta con sus rosas y su caja de chocolates en el balcón gritando "perdóname...:"
«Pido la paz para esta guerra. Quisiera deponer mis armas. Parar con esta hostilidad que no conduce a nada. Te propongo una tregua...
Hago un llamado a tu conciencia; la mía ya me está matando. Quien te está hablando se rindió, perdió todas sus fuerzas... y hoy viene a suplicarte y a pedir perdón. Perdóname... no me hagas llorar. No sé cómo hablar. Perdóname... ¿qué tengo que hacer? Si quieres me rindo a tus pies...»
El timing de Gilberto Santa Rosa a la hora de grabar este tema no podía ser mejor: si bien Gilberto siempre se mantuvo lo más fiel posible en este tiempo a la onda romántica sin caer en lo sexual, el impacto del sencillo "Perdóname" fue una suerte de baño de agua fría para el género cuando todo ese sexo desenfrenado (o en su defecto tanta masturbación a causa de las Playboys) ya empezaba a dormirlo.
La fórmula fue un éxito y el disco arrasó. Al punto que en adelante lo apodan El Caballero de La Salsa. La misma fórmula se repite con iguales resultados en "Perspectiva," el disco que le sigue ('91), del cual se escuchan "Conciencia," "Vino Tinto" y "Amor Mío No Te Vayas."
D'Castro está ahora en una posición visible y TH-Rodven, sello que ahora empieza a verse en aprietos cuando a Eddie Santiago se le acaba el perfume, le hace una propuesta para grabarlo como solista. Luego de un aparentemente serio desacuerdo con Santa Rosa, abandona la orquesta y aprovecha la oferta de TH-Rodven, grabando el disco "Solo," donde sigue un estilo y sonido similar al de su ex-patrono y fue un éxito de ventas.
Luego de hacerse de un nombre por cuenta propia y varios discos con relativo éxito, lo inesperado ocurre: un encuentro con su ídolo de antaño Bobby Cruz en un Día Nacional de La Salsa (donde ambos cantarían a dúo el clásico "Agúzate") marca un punto donde no hay marcha atrás y D'Castro abraza el Pentecostalismo. Su disco "Un Tenor Para El Cielo" (1997) refleja el cambio de planes con temas como "Corre Amigo Mío," "Jesús Pasando" y el tema que da título al disco, aunque no pasa desapercibido para la masa salsera secular gracias al contagioso tema "Te Fuiste" (popularizado primero en la Cuba castrista por Manolín el Médico de la Salsa).
Volvamos a Santa Rosa. En el '92 decide tomarse un paréntesis y aprovechar su popularidad para hacer realidad un sueño de siempre: Realizar un disco en homenaje a uno de sus héroes: Tito Rodríguez.
En Gilberto, la atracción por la figura y obra del mítico cantante y director de orquesta fallecido en 1973 va más allá de la simple idolatría: compra los derechos de las cintas originales de su afamado programa de televisión de los años 60's y conserva varias de sus piezas de ropa en su colección personal (y tiene planes de comprar lo que fue su casa en Puerto Rico y habilitarla como un museo).
Así las cosas, Santa Rosa regresa a la programación regular en "Nace Aquí," del cual se promocionan los temas "Sin Voluntad," "Qué Manera de Quererte" (en Miami este tema lo fusiló la cubana Albita) y "Me Volvieron A Hablar De Ella." (A partir de este disco, Gilberto empieza a aparecer solo en las carátulas y no con sus músicos.) Pero de ahí en adelante Gilberto vuelve a experimentar, esta vez añadiendo una sección de cuerdas a "De Cara Al Viento" (1994), el cual Sony movió con las muelas de atrás, como decimos en Borinquen. Le sigue un disco grabado en vivo en el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York ('95) que a su vez sirvió como un greatest hits para efectos de la disquera y se movió bastante bien.
Para que Gilberto se "reconcilie" con el público habrá que esperar a 1999, cuando por fin se da ese hit que le sirva como excusa para sacar a "Perdóname" de su rotación de temas de concierto: "Que Alguien Me Diga," estampado en el disco "Expresión," el cual le vale una nominación a los recién creados "
Mientras Gilberto, como vimos, se alejaba paulatinamente del elemento pueblo dentro de la salsa y, tras deshacer su orquesta, se adentra cada vez más en el pop, otro salsero que al igual que él empezó a desarrollarse en los 70's empieza a dejarse sentir. Tito Rojas, para finales de los 80's todavía cantante de la Puerto Rican Power, empezaba a ganar popularidad nuevamente con temas como "Quiéreme Tal Como Soy," "Noche De Bodas," "Solo Con Un Beso" y "Amar No Se Puede Apurar."
En 1990 decide volver a probar suerte como solista, grabando el disco "Sensual" para MP Records. El disco arrasó gracias a temas como "Doble," "Me Voy O Me Quedo," "Ella Se Hizo Deseo," "Siempre Seré" y "Tormenta De Amor." Por fin, luego de casi dos décadas completas "moliendo vidrio con el pecho," Rojas saborea el éxito por cuenta propia. Repite la dosis en su segundo disco con MP, "Tito Rojas" (1992), con temas como "Condéname A Tu Amor," "Señora," "Porque Este Amor" y "A Ti Volveré." Integra de nuevo el elemento pueblerino que caracterizó en mejores años a la salsa a través del pegajoso tema "Nadie Es Eterno." El Gallo Salsero anda suelto de nuevo.
En 1995, y buscando darle un respiro en Puerto Rico a la carrera de Tito Gómez (veterano de orquestas como Ray Barretto y la Sonora Ponceña, de la cual casi es miembro fundador; para ese entonces ya radica en Colombia, donde formó parte del prestigioso Grupo Niche), MP decide unir a éste a dúo con su tocayo Rojas.
Surge el disco "Recogiendo Frutos" de Gómez, el cual se vende bien en Puerto Rico gracias al tema "Déjala," cantado por ambos, y la osadía de Rojas en plasmar para la posteridad en ese mismo tema la otrora impublicable frase "Dale Pa' Bajo.
A partir de este tema, Rojas mantiene a sus oyentes a la expectativa con cada disco nuevo que saca, a ver con que frase nueva llega. Un elemento original que, hasta ahora, le ha funcionado a las mil maravillas.
RMM comienza a consolidarse como sello discográfico en Nueva York con las buenas ventas que le producen sus primeros discos con Tito Nieves ("The Classic," con el hit "Sonámbulo," y "Yo Quiero Cantar," donde estrena el prácticamente natimuerto experimento de salsa in English con "I'll Always Love You"), Johnny Rivera ("Y Ahora de Verdad," de 1990 y con el éxito "Necesito Una Amiga"), Domingo Quiñones ("Domingo Es Mi Nombre," con el hit "Escalofrío") y José Alberto "El Canario" (quien en sus primeros discos mantiene la línea de las baladas fusiladas que ya había estrenado con el Noche Caliente, aunque comienza a cobrar interés cuando graba el sabroso tema "Discúlpeme Señora" en el disco "Llegó La Hora" de 1992).
Buscando ahora hacer su entrada en Puerto Rico, RMM presenta en plan de solista a Tony Vega con el disco "Lo Mío Es Amor" (1990), el cual tuvo una respuesta aceptable.
Pero no a todo el mundo le aplica aquello de "lo que vende bien no se cambia" por tanto tiempo. La fórmula que Sergio George le recetó a Johnny Rivera en "Y Ahora de Verdad" funcionó de maravillas en los siguientes dos discos, "Encuentro Casual" (1992) y "Cuando Parará La Lluvia" (1993, este último ahora con Humberto Ramírez sustituyendo a George como productor y director musical).
A José Alberto "El Canario" no siempre le cuajó lo romántico (discos como "Sueño Contigo," "Dance With Me" y "Mis Amores" pasaron con más pena que gloria), por lo que Sergio George supo sacarlo del bote a tiempo creándole un sonido más agresivo en "Llegó La Hora," álbum que el propio José Alberto co-produce.
A partir de ahí El Canario de Santo Domingo nada entre ambas aguas (lo romántico y lo bailable) tratando de armonizar los dos mundos con su maña y veteranía, aunque la onda romántica le sigue sonando forzada en la mayoría de sus discos. Tito Nieves corre mucha mejor suerte en ese empeño, aplicándole George la misma fórmula, aunque sin el saxofón barítono. La otrora voz fundadora del Conjunto Clásico se abre paso como solista con éxitos como "Sonámbulo," "De Mí Enamórate," "Manía," "Lo Que Son Las Cosas," "Amores Como Tú" y "No Me Vuelvo A Enamorar." Ante el éxito inesperado de Nieves cantando en inglés en "I'll Always Love You,". Pero el palo de Nieves se da casi por accidente cuando graba en 1997 el sencillo "I Like It Like That" (el mismo que pegara su creador Pete Rodríguez (el pianista, no lo confundan con El Conde) en la era del boogaloo de los 60's) con un grupo en la onda freestyle que se hace llamar los Latin All-Stars. RMM, aprovechando que Nieves está bajo contrato, se apodera del sencillo y otros temas, incluyéndolos en un disco titulado "I Like It Like That." Para cuadrar el disco, RMM lo redondea reciclando varios de los temas que ya grabara Nieves anteriormente en la onda del English sauce
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